Sueña que vuela…

Sueña que vuela con los brazos extendidos,
su corta falda aleteando.
Pero tiene el rostro horadado por las lágrimas.
«No soy mejor. No puedo satisfacer vuestras expectativas».
Abandonada, la ciudad me arropa.
Miro al cielo negro y profundo,
como buscando una respuesta.
«Te odio porque rompes mi rutina».
Cíborgs con cara de chapa metálica
en un lecho de rosas acuáticas…
Una multitud pasa cabalgando
y parece no verlos,
o parece no importarles.
«Recuerdo batallas,
de ingleses y franceses,
enarbolando sus estandartes.
¿Son los mismos?»
Naciones, identidades, barreras y disfraces.
«Tú no entiendes a estas hormigas.
Tratas de darles lógica…
Y quieres y no quieres con igual facilidad».
Duérmete, niña,
te acunan las ortigas.
Al principio no notarás el frío, acurrucada.
Luego entrará en tus huesos y músculos
sin que te des cuenta.