Niña galáctica

De fondo, una fotografía de la nebulosa de la Mariposa captada por el telescopio Hubble. Es una joven nebulosa planetaria, muy polvorienta, a unos 3400 años luz de distancia de la Tierra. Su estrella central es uno de los objetos más calientes del universo.

Fuente:
www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/hubble-capta-una-i…

Chica galáctica

Las locuras del alemán

Con Lulu Fernández como invitada especial 🙂

Locuras del alemán 01
Locuras del alemán 02
Locuras del alemán 03

Sonríe

Sonríe

Como leí cierta vez en una página web, a menudo los cuerpos de las mujeres parecen ser «de dominio público». El resto se siente libre de tratar de gobernar y opinar sobre ellos, de forma más o menos velada, invadiendo nuestra intimidad y haciéndonos sentir incómodas.

Como de costumbre, el valor de la belleza también está presente, como uno de los criterios para medir la valía de la mujer. Todo esto está arraigado cual tatuaje en la sociedad, al punto de que en realidad les parece inofensivo a muchas personas.

También he reproducido el típico lenguaje de las redes sociales y webs de citas («k estás + guapa») porque en ellas podemos encontrar abundantes conductas de este tipo, al punto de que se llega a la frivolidad, la falta total de compromiso y la deshumanización en las relaciones sentimentales. ¿Qué os parece este tema? ¿Creéis como yo que es muy triste?

En cuanto a la técnica, este dibujo lo he realizado con lápices de colores de madera (sí, los escolares 😉 ) y estilógrafo.

Mandala vegetal o mandala Cthulhu

Los mandalas parecen seguir un ciclo; siempre vuelven a ti 😉
Éste es un mandala para decorar una de las páginas de un scrapbook que propuse como proyecto conjunto a un grupo de jóvenes. Me hizo verdadera ilusión ver cómo se ponían a esta tarea creativa, teniendo tanto lío de exámenes. Son uno de los grupos de los que me llevaré recuerdos más bonitos. Hay que prestar atención a esos detalles tan minuciosos y elocuentes que podemos sacar de la gente joven. A veces parecen obviar que están en curso de hacer algo grande ^_^

Mandala orgánico

¿Dónde está la carta, matarile-rile-rile?

En esta ocasión he tenido el honor de contar con la detallada recreación del diestro dibujante El Juan Pérez.

Carta 01

Carta 02

Carta 03

Beso vuestros pies, ángel negro…

(Un poema de hace más de un año).

Beso vuestros pies, ángel negro,
pues vos sois mi musa y mi lazarillo
en este camino.

Vuestra merced me concede un ósculo dulcemente,
susurrando mi nombre
entre sueños.
Vuestra merced es mi faro de luz difusa
en este sendero trabado de piedras y de barro.
Vedme cual Golem postrado a vuestros pies,
hijo de Piedad milagrosa,
tirabuzones de canesú,
amalgama de versos, odio y mentiras,
astucia zorruna diapasonada
en ondas de alcanfor.

Ampárame bajo tu pecho redentor,
el que alienta a los caídos,
para subyugarme bajo el peso
de tus besos dominadores.
¡Oh, esclavo!, ¡oh, señor!,
¡portento de la naturaleza!
Fuerza vital que me eleva y que me postra
cuando, en el silencio de mi dormisanatorio,
escucho las plegarias ralentizadas
que me devuelven a mi primigenia obsesión,
en musitar de sensuales arcángeles de ébano.
Melodías tan tétricas, tan sonoras, en voz de plañideras,
que apuñalan mi alma de monigote
del Día de los Inocentes.

¿Te quiero o sólo te dispenso un cariño desapegado?
Este extraño lugar me ha extrañado tanto
que parezco asemejarme a un Pequeño Saltamontes,
al que finalmente le ha entrado en la cocorota
la lección del día siguiente,
la de ser paciente y aguardar,
cobijando, entre tanto, bajo su raído manto mostaza,
a un gorrión que casi perece húmedo
bajo el monzón del Himalaya.

Te deseo, pero no te extraño.
Bueno, en ocasiones,
pero no con la presura pueril de ayer,
cuando reconocí tu aura, amor mío,
y corría tras tu estela
como tantas otras descarriadas
que no sabían ni qué hacer con sus propias vidas.

Ahora, eufórica perdida en una tupida selva de vidrio,
parezco vislumbrar más claro el firmamento,
en el que delineo versos de dicha y de gloria,
de amor a mis hermanos mortales
y de guerrillas cotidianas,
alzada contra leyes huecas y translúcidas,
que ya sólo me suponen
unas chinitas impertinentes en los zapatos.

Fuera penas, fuera males…
Ya sólo me queda un ser de éter y de zen reposado,
planeando incluso entre cuatro muros que, espinosos, se van estrechando
y cuyas ramas se enraízan hacia los lugares más recónditos
del alma y de las más altas esferas…
Beber de los vastos pesares
de esta brumosa existencia…
¿Ves!, ¡ya me he acordado de Baudelaire!
¡Me callo!
He dicho.